World Religions. (s. f.). Canva. https://www.canva.com/photos/MAEFEXf4kws/
El 4 de diciembre de 1860, durante el gobierno de Benito Juárez, se promulgó en México la Ley de Libertad de Cultos, un hito en la construcción del Estado laico y una pieza clave dentro del marco de las Leyes de Reforma. Esta legislación marcó un cambio radical en las relaciones entre el Estado y la iglesia, reconociendo el derecho de los ciudadanos a profesar la religión de su elección o, incluso, a no practicar ninguna, sentando las bases para la tolerancia religiosa y la separación de poderes que conocemos hoy en día.
El siglo XIX fue un periodo de intensos conflictos políticos y sociales en México. Tras la independencia, las luchas por definir el modelo de nación dividieron al país entre liberales y conservadores. Los primeros abogaban por un Estado laico y una mayor libertad individual, mientras que los segundos buscaban mantener la influencia de la Iglesia católica en la vida pública y las instituciones.
En este escenario, las Leyes de Reforma, promovidas por Benito Juárez y otros líderes liberales, buscaban limitar el poder de la Iglesia católica y garantizar derechos fundamentales para todos los ciudadanos. Entre estas reformas, la Ley de Libertad de Cultos destacó por su carácter transformador, ya que cuestionó la exclusividad religiosa que hasta entonces había continuado en el país.
La Ley de Libertad de Cultos de 1860 establecía:
- El derecho a la libertad religiosa. Todas las personas podían practicar la religión de su preferencia o abstenerse de hacerlo, sin temor a represalias o discriminación.
- La igualdad de las religiones ante la ley. Ninguna religión tendría privilegios especiales ni estaría por encima de las instituciones del Estado.
- La garantía de un Estado laico. Esta ley reforzaba la idea de que el gobierno debía ser independiente de cualquier institución religiosa, protegiendo la neutralidad del Estado en cuestiones de fe.
La promulgación de la Ley de Libertad de Cultos representó un cambio profundo en la estructura social y política de México. Hasta ese momento, la Iglesia católica ejercía una influencia hegemónica, dictando normas morales, educativas y políticas. La ley, al garantizar la libertad religiosa, no solo abrió las puertas a otras confesiones religiosas, sino que también empoderó a los ciudadanos para tomar decisiones basadas en sus propias creencias.
Sin embargo, su implementación no estuvo exenta de conflictos. Los sectores conservadores y la Iglesia católica se opusieron enérgicamente, lo que contribuyó a la prolongación de la Guerra de Reforma (1858-1861). A pesar de las tensiones, la ley se consolidó como un pilar del proyecto liberal y un paso clave hacia la modernización del país.
La Ley de Libertad de Cultos sentó las bases para la inclusión y la diversidad religiosa en México, principios que fueron ratificados en la Constitución de 1857 y, más tarde, en la Constitución de 1917. Actualmente, el artículo 24 de la Constitución mexicana garantiza este derecho, reafirmando la importancia de la libertad religiosa como un componente esencial de los derechos humanos.
La promulgación de la Ley de Libertad de Cultos el 4 de diciembre de 1860 fue un hito en la historia de México y un acto visionario que estableció las bases del Estado laico. Este logro no sólo redefinió la relación entre el Estado y la Iglesia, sino que también fortaleció los derechos individuales y la democracia en el país.
Mayra R. M. H.
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Fuentes de consulta
Museo Legislativo. (20202, diciembre 4). 4 de diciembre. Se decreta la Ley de Libertad de Cultos de 1860. https://museolegislativo.diputados.gob.mx/4-de-diciembre-se-decreta-la-ley-de-libertad-de-cultos-de-1860/
Ley sobre Libertad de Cultos. (2016). Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5625/24.pdf
Jornada, L. (2006, 6 diciembre). Juárez y la Ley de Libertad de Cultos de 1860 – La jornada. https://www.jornada.com.mx/2006/12/06/index.php?section=opinion&article=026a1pol
